
ULISES (Ὀδυσσεὺς)
Ulises nació en la isla griega de Ítaca, en el mar Jónico. Su padre era el rey, Laertes, esposo de Anticlea (otras tradiciones posteriores aseguran que su padre era Sísifo).
Durante su infancia y juventud, realizó numerosos viajes. Cuando llegó a la edad adulta, Ulises sustituyó a su padre en el trono de Ítaca. Se buscó esposa, y como muchos otros héroes griegos, escogió a Helena, famosa por su belleza. Como los pretendientes d Helena eran muchos decidió casarse con Penélope, prima de Helena e hija se Icario. Para atraerse el favor de Tindáreo, padre de Helena, le sugirió que obligase a todos los pretendientes a jurar que defenderían al futuro esposo o bien a Helena contra cualquier ultraje. Así Tindáreo, agradecido, obtuvo la mano de Penélope para Ulises. De esta unión nació Telémaco.
Poco después del nacimiento de Telémaco se produjo el rapto de Helena. Menéalo reunió a todos los antiguos pretendientes de su mujer y les recordó el juramento; éstos mantuvieron su promesa y marcharon contra la ciudad de Troya. Como Ulises no quería participar fingió que estaba loco, pero Palamedes lo desveló y éste tuvo que unirse a la expedición. Después de consultar al oráculo de Delfos, Ulises convenció a Aquiles para que se uniera al bando griego, porque este oráculo había predicho que su participación era indispensable para que los griegos obtuvieran una victoria segura. Tras dos expediciones a Troya, Ulises conduciendo una flota de doce naves, llegó a Troya y demostró tener una gran valentía, ya que mató a un gran número de troyanos. Participó en numerosos episodios de la guerra de Troya y fue la persona que tuvo la primera idea de la construcción del caballo de madera. Él se encontraba entre los griegos que se introdujeron en el interior del caballo hueco de Troya. Al morir Aquiles, obtuvo las armas del héroe, tras disputárselas a Áyax.
Terminada la guerra comienza el largo y movido regreso del héroe hacia su patria, así como las aventuras y los peligros a los que tuvo que enfrentarse.
Al abandonar Troya fue arrojado por una tempestad a las costas del país de los crueles ciclones, en Tracia; después el azar de los vientos le llevó al país de los lotófagos de Libia, que se alimentaban de loto, planta que provocaba el olvido. Ulises tuvo grandes problemas para arrancar a sus compañeros de aquella tierra. De allí el mar los llevó a Sicilia, país de los cíclopes (monstruos de ojo único). Uno de éstos, Polifemo, devoró a la mitad de sus compañeros, pero Ulises consiguió reventarle el ojo y escapar. Poseidón, padre de Polifemo, decidió vengar a su hijo y provocó monstruosas tempestades. Primero llegó al norte de Sicilia, donde el rey Eolo le dio un odre que contenía todos los vientos que estaban a su cargo. Sus compañeros, esperando encontrar riquezas, abrieron el odre y desencadenaron la tormenta más formidable jamás vista. Ésta les llevó a varios lugares, hasta que, por último, anclaron en la isla de Ea, donde le recibió Circe, que transformó a todos los marineros en cerdos; pero, al cabo de un tiempo les devolvió su forma normal. Con ella tuvo a su hijo Telégono.
Después continuó su viaje, y penetró en el Hades para preguntar al adivino Tiresias cuál era el camino más favorable para regresar a Ítaca. Éste le dijo que llegaría a su patria solo y desprovisto de todo , y tendría que matar a todos los pretendientes de su esposa Penélope.

Ulises reemprendió el viaje. Evitó a las sirenas taponando los oídos de sus compañeros con cera y haciéndose atar al mástil. Después su barco evitó las Rocas Errantes, Caribdis y Escila. Cuando llegaron a ala isla de Trinacia, los navegantes hambrientos devoraron los bueyes consagrados a Helio, lo que hizo que Zeus se enfureciera y fulminó a los impíos y destruyó los barcos en una tempestad. Sólo se salvó Ulises que fue a parar a una de las Cícladas, donde la ninfa Calipso lo retuvo durante 8 años. Pero un día, por mandato de los dioses, tuvo que devolverle la libertad, y Ulises reemprendió su viaje. Tras varios días de navegación una nueva tormenta destrozó la balsa, y el héroe fue arrojado a las costas de la isla de los Feacios. Allí le descubrió Nausica, hija de Alcino, rey de la isla. Estos le proporcionaron un barco y por fin regresar a Ítaca, tras veinte años de ausencia. Cuando llegó se dirigió a la casa de Eumeo, su porquerizo. Después encontró a Telémaco y fue a palacio, ocupado por los pretendientes, que afirmaban que Ulises había muerto y presionaban a Penélope para que escogiera un esposo entre ellos. Ulises fue al encuentro de Penélope y, sin darse a conocer, acogió con alegría la propuesta que hizo su esposa de tomar por esposo a aquel que fuera capaz de tensar el arco de Ulises. Ninguno lo consiguió, salvo Ulises que con la ayuda de su hijo Telémaco pudo disparar y matar a todos los pretendientes. Después se dio a conocer a Penélope, y el reino de Ítaca recobró la calma.
Algunas versiones cuentan que, unos años después, su hijo Telégono, el cual ignoraba quién era su padre, lo atravesó con una jabalina en un enfrentamiento por unos rebaños.
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